A la sombra de unas moreras

Cómo se gestó la Asociación

Pues sí, a la sombra de las moreras que crecen en la propiedad que Antonio Rodríguez y su esposa, Irina Gorkova, tienen a las afueras de Tarragona, allí, precisamente, nació la Asociación Cultural Hispano –Rusa Fedor Dostoievski.

Si no recuerdo mal, fue un día de agosto del año 2007, por la tarde, cuando nos reunimos las diez personas citadas LLorenç Cervelló y su mujer Olga Stepanova, Fernando Marin y.Elena Solonitsina, Manuel Albiol y Elena Toscheva y finalmente, la esposa de quien esto firma, Viktoria Rotaru y el propio Ramón Lamas, servidor de ustedes. Diez personas, cinco parejas, casualmente, todas las mujeres rusas y todos los varones españoles.

La reunión había sido convocada por Antonio e Irina que, ya desde los inicios, aparecieron como el motor de la nueva Asociación. La convocatoria respondía a la necesidad de mantener los lazos con Rusia y con la lengua y la cultura rusas, de y entre los numerosos residentes procedentes de aquel país y otros de la antigua Unión Soviética, que habían escogido las comarcas de Tarragona para vivir, trabajar o abrir negocios.

Rusia está alejada 4000 quilómetros de España y, por mucho que hoy sean cuatro horas de avión y por mucho que Internet y las nuevas tecnologías nos permitan hablar cada día con nuestra familia y nuestros allegados, lo cierto es que la distancia pesa: y pesa más en los rusos que sienten como ninguno la lejanía de la madre Patria.

Por ello, la necesidad de mantener el mayor contacto posible con Rusia y, en particular, cuando en la familia hay niños, estimuló a los promotores de la iniciativa a buscar la compañía y el apoyo de otros compatriotas en la misma situación. Impulso que encontró eco en los españoles, en este caso, todos maridos de mujeres rusas, que aparte de sentirse solidarios con sus compañeras, admitían gran curiosidad por Rusia, por su cultura y por todo lo que allí está ocurriendo.

Diez personas, pues, dieron el impulso inicial a la Asociación que enseguida cumplimentó los trámites legales para constituirse como tal y empezó la labor de captación de nuevos socios. Nuevos socios que pronto llegaron a la cincuentena y, lo más importante, que aportaron ideas e iniciativas para llenar de contenido la Asociación , que se acogió al significativo nombre de uno de los más universales escritores rusos, Dostoievski.

Desde el primer momento, se establecieron diversas áreas de trabajo en las que cada cual, según sus gustos e intereses, se fue integrando. Pero destacó significativamente el interés por el teatro, la música y la enseñanza del idioma ruso, particularmente, entre los niños. De este modo, se organizaron grupos que, poco a poco, fueron madurando en actuaciones y consiguiendo importantes logros. Al año de su constitución, el grupo de teatro ya representaba a Dostoievski con motivo de la celebración anual del nacimiento del ilustre escritor. Tanto a los socios como a las numerosas personas que de un modo u otro, se vinculan a la Asociación , les sorprendió que un grupo con tan poco recorrido, se atreviera a representar pasajes escogidos de EL IDIOTA. Pero así fue.

En paralelo con las actividades más regladas, la Asociación ha promovido constantemente otras de tipo más festivo, como excursiones, viajes a exposiciones, comidas campestres, fiestas típicas rusas como. Maslenitsa, El Dia Internacional de la mujer 8 de Marzo, Dia de Rusia, las fiestas navideñas tipicas rusas para los niños.y etc. que han servido para estrechar lazos entre los miembros de la Asociación , cada año más numerosos.

Paulatinamente, también, se planificaron actividades de más trascendencia, que apuntan a comprender e intentar resolver problemas de los muchos que tienen quienes han escogido un país tan distinto de Rusia para vivir y trabajar. De este modo, se ha atendido a problemas burocráticos, residencia, pasaporte, etc. y, recientemente, al de la convalidación de títulos universitarios, problema de enorme importancia para los residentes que encuentran dificultades para ejercer y desarrollar actividades para las que están capacitados y titulados.

En fin, a día de hoy, mirando atrás, me cuesta creer que tan poca gente y con tan escasos medios, fuéramos capaces de poner en marcha un grupo tan dinámico y con tantas posibilidades. Sin duda, ello ha sido posible por el empuje de nuestros Socios que hoy constituyen el núcleo más activo de la Asociación. Pero, como ya he repetido en numerosas ocasiones, estoy convencido de que de ningún modo hubiéramos llegado hasta aquí sin el empuje constante, esfuerzo, capacidad de organización desplegados por Antonio Rodríguez, presidente e Irina Gorkova, secretaria. A estos dos y a todos los que han empujado y empujan, mis sinceras felicitaciones.

 

 

 

Ramon Lamas,

Periodista y miembro de la Junta de la Asociación


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